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Un pollo convencional vive unos 40 días encerrado en una granja. Durante este tiempo no sale nunca al sol, por lo que sólo lo verá si tiene la suerte de estar cerca de una ventana.
Al pollo convencional se le ponen comederos y bebederos cada medio metro, para que se muevan lo mínimo posible para comer y beber, de esta forma, al quemar menos grasa, engordan más rápidamente.
Mientras el pollo convencional suele recibir antibióticos casi por norma, para que no enfermen, en el caso de los pollos ecológicos esto se evita al máximo.

El Pollo Ecológico se cría de manera totalmente diferente. No se pueden sacrificar antes de los 3 meses de vida, deben estar en el campo, al aire libre. Comen lo que encuentran en el terreno, y se complementa su alimentación con pienso ecológico.
Todo esto hace, que al probar la carne de Pollo Ecológica, la diferencia entre una y otra se note a la primera, siendo la ecológica mucho más sabrosa y delicada.